Teletrabajo, el trabajo del presente
Nicolás Morales, ex alumno Ingeniería Civil Industrial
Por Nicolás Morales, miembro G100 y CEO de Pegas con Sentido.
De forma abrupta, estas últimas semanas, muchas empresas se han visto obligadas a trabajar en modalidad teletrabajo. Ha sido un cambio muy fuerte tanto para los colaboradores como para los líderes de las empresas, quienes han debido adaptarse rápidamente al cambio de la forma de trabajar de las organizaciones.
Este cambio de metodologías ya lo venían hablando desde 2001, sociólogos como Manuel Castells, entendiendo el teletrabajo como un producto de la globalización y la tecnología, pero pocas empresas y organizaciones en el país lo habían comenzado a aplicar. Durante muchos años hemos hablado de la necesidad de adaptarnos a las nuevas formas de trabajo y de un día a otro hemos debido aplicar el teletrabajo, sin tiempo para ajustarnos a esta modalidad.
Sin embargo, hoy contamos con avances tecnológicos -como los despliegues de Internet en el hogar o en distintos dispositivos como tablets o celular; herramientas como Google Drive para compartir información con el equipo o plataformas para hacer videoconferencias- que facilitan el teletrabajo, pero hay algo un poco más complejo en este sentido: el cambio cultural.
Tal como lo plantea Raquel Roca en su libro "Knowmads: los trabajadores del futuro", quienes mejor se adapten a este entorno laboral cambiante, serán quienes tendrán mayor éxito. Es decir, aquellas organizaciones que hayan preparado a sus colaboradores para una cultura de adaptabilidad e innovación, son aquellas que posiblemente tengan éxito.
LÍDERES ORGANIZACIONALES
Para esto es necesario que los diversos líderes organizacionales derriben barreras culturales, como la de pensar que si nuestro equipo se encuentra en casa no va a trabajar, este es nuestro primer desafío. Si se quiere triunfar en el liderazgo actual es fundamental la confianza, dado que en este mundo cambiante necesitamos que nuestros equipos sean capaces de tener la suficiente autonomía para tomar decisiones. Por ende el liderazgo, hoy más que dirigir, debe entrenar a su equipo de tal manera de ser lo suficientemente autónomo para fomentar la agilidad en los equipos de trabajo.
Además de esta barrera cultural de la organización, se requiere un cambio cultural en los hogares. Para quienes son padres, es un cambio de rutina, donde los hijos deben mutar sus hábitos y entender que tener presentes (a sus progenitores), pero concentrados en su trabajo, es una realidad cotidiana. Por su parte, los padres deben desarrollar la capacidad de trabajar en más de una tarea a la vez. Para el caso de los que no tienen niños, también es un cambio de rutina, donde la dificultad está en ser capaz de distribuir justamente el tiempo de ocio y el tiempo del trabajo. Creo que su mayor riesgo está en trabajar 24/7 y no darse momentos de descanso.
En definitiva, lo único que hizo esta pandemia es darnos la oportunidad de adelantar una forma de trabajo que tarde o temprano iba a llegar, y nos ayudará a superar esas barreras culturales, que impedían potenciar esta forma de trabajo. En conclusión, después de esta pandemia todos cambiaremos, incluso el balance de la vida personal y el trabajo.